Vinculación con el Medio: pertinencia y excelencia para generar valor desde la academia

Columnas AEQUALIS 11. Mayo 2025

Drago Vodanovic,
Vicerrector adjunto de Vinculación con el Medio,
Universidad San Sebastián.

La VcM se convierte en una plataforma para la generación de aprendizajes significativos con contribución territorial, la investigación aplicada, la innovación con sentido público y el desarrollo sostenible.

Pertinencia y excelencia. Estos son los conceptos que hoy definen la Vinculación con el Medio (VcM), función misional universitaria que se constituye como la piedra angular de las Instituciones de Educación Superior (IES) para lograr la pertinencia de sus proyectos educativos y el paso frontal hacia la excelencia. La VcM es, entonces, la función que articula el quehacer académico con las necesidades, desafíos y oportunidades del entorno social, cultural, productivo y territorial.

Si bien la tradición universitaria se puede trazar con relevantes pasajes de su historia asociada a una cultura cláustrica, el devenir de la sociedad supone la exigencia de una relación bidireccional estrecha entre la universidad y sus territorios: la universidad gana con un quehacer más robusto y pertinente donde participa la sociedad, y la comunidad se desarrolla con una universidad que entiende y responde a sus necesidades y cultura. En este sentido, la VcM se convierte en una plataforma para la generación de aprendizajes significativos con contribución territorial, la investigación aplicada, la innovación con sentido público y el desarrollo sostenible. Así, su valor radica en generar transformaciones concretas, desde una lógica de corresponsabilidad y pertinencia.

En la actualidad, la VcM es un área de acreditación obligatoria para las IES. Aunque esta exigencia ha contribuido a formalizar y visibilizar esta función universitaria, su relevancia ha trascendido ese marco. Las universidades son entidades fundamentales para el desarrollo de los países, por lo que, si su quehacer no responde a lo que la sociedad requiere, se vuelven intrascendentes. De esta manera, la formación de profesionales y la creación de conocimiento debe estar altamente en sintonía con el territorio y sus comunidades, sus desafíos y problemas actuales y futuros.

Factores como la demanda por mayor pertinencia territorial, la necesidad de responder a desafíos globales con soluciones locales, y el auge de modelos educativos más conectados con la realidad, han impulsado a las instituciones —tanto públicas como privadas— a fortalecer su compromiso con el entorno. La VcM se ha convertido en un eje estratégico para la formación integral, la innovación con impacto y la construcción de valor público.

En este contexto, la Universidad San Sebastián posee definiciones estratégicas que han nacido de una reflexión académica robusta, tanto interna como con los principales actores de nuestros entornos. Así, los Programas Territoriales Hito (PTH) emergen como instrumentos distintivos que desempeñan un papel clave, al constituirse como iniciativas estratégicas impulsadas desde las sedes, orientadas a enfrentar desafíos complejos de mediano y largo plazo. Su enfoque integral permite articular la vinculación con el medio, la docencia y la investigación, aportando de manera significativa al desarrollo sostenible de las regiones. A través de los PTH, se ha logrado convocar a actores relevantes vinculados a cada uno de los desafíos abordados. Esta labor sostenida ha permitido consolidar alianzas estratégicas y duraderas con el sector público, organizaciones no gubernamentales, empresas del ámbito productivo y organizaciones sociales, lo que ha fortalecido un enfoque colaborativo para cumplir con los objetivos establecidos en cada una de sus líneas de acción.

El dinamismo de la IES, el desarrollo de una sociedad cada vez más mediatizada, la irrupción de la Inteligencia Artificial y el deterioro de la salud del medioambiente, son solo algunos de los factores que hoy nos plantean grandes desafíos, entre ellos:

Pertinencia territorial e intersectorialidad: muchas universidades regionales enfrentan el reto de adaptar sus programas y proyectos a las realidades particulares de los territorios donde están insertas, lo que exige una lectura muy fina del contexto y una articulación efectiva con actores locales, públicos, privados y comunitarios.

Sostenibilidad de las iniciativas: lograr continuidad en el tiempo de los diferentes proyectos e iniciativas, evitando que las acciones de VcM dependan solo de voluntades individuales o fondos esporádicos, es fundamental. Esto requiere institucionalizar modelos de gestión, indicadores de impacto y políticas de reconocimiento académico que valoren la vinculación como parte del desarrollo universitario.

Capacidad para generar impacto medible: uno de los principales desafíos es avanzar desde una lógica de actividades hacia una lógica de impactos y medición/gestión de estos. Esto implica diseñar proyectos con objetivos claros, alineados con el quehacer académico, con mecanismos de evaluación que permitan evidenciar las contribuciones y transformaciones en las comunidades y aprendizajes en los estudiantes.

La formación y creación de conocimiento que se espera de las mejores universidades debe estar estrechamente vinculada a los territorios y sus comunidades para asegurar la anhelada calidad. La generación de valor compartido a través del quehacer universitario son hoy un deber esencial, el desde, de las instituciones de educación superior. Y esa es una de las funciones esenciales de esta tercera misión universitaria.