Desafíos tecnológicos al servicio de la VcM: Integrar plataformas, predicciones y aporte colectivo

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En la era de la inteligencia artificial y los datos masivos, la efectividad y la pertinencia de las Instituciones de Educación Superior (IES) dependen de cómo integren la tecnología para medir, predecir e impactar el desarrollo territorial. El desafío futuro no es solo hacer Vinculación con el Medio (VcM), sino demostrar su valor a través de sistemas inteligentes y colaborativos.

En el webinar realizado por la Red VcM y la Unidad de VcM de AEQUALIS, durante el panel de conversación varios expertos coinciden en que los desafíos futuros, asociados a tecnología al servicio de la VcM pasan por integrar plataformas, incorporar predicciones y poder visibilizar el aporte colectivo.

Desafío de la integración y la medición cualitativa

La tecnología nos obliga a dejar atrás los silos de información. Para Alexis Rebolledo (Universidad Mayor), este es un doble reto crucial: “El primer gran desafío es la interoperabilidad que deben tener los sistemas y plataformas de una institución. Es fundamental asegurar la integración fluida de la información de VcM con el resto de las funciones misionales: la docencia, la investigación y la gestión financiera. Solo así podremos demostrar el impacto sistémico”.

Pero la tecnología va más allá de la gestión de datos. Rebolledo también subraya que la próxima evolución de la VcM requiere métodos de evaluación más sofisticados: “El segundo desafío es cómo la tecnología puede apoyar los procesos de medición y evaluación cualitativa”. Necesitamos adicionar, a las mediciones cuantitativas, procesos que permitan capturar la complejidad y el valor social del impacto. Herramientas de machine learning y análisis de texto pueden ayudarnos a procesar el feedback de las comunidades y evaluar transformaciones profundas”

Visibilidad y aporte colectivo

Un programa de VcM exitoso rara vez actúa solo. El impacto territorial es a menudo la suma de los esfuerzos de múltiples instituciones (academia, gobierno, sociedad civil). La tecnología tiene la misión de hacer visible esta sinergia. Katherine López (UDLA) apunta a la necesidad de transcender las fronteras institucionales: “Uno de los principales desafíos que enfrentamos es cómo la tecnología ayuda a visibilizar el aporte conjunto de todas las instituciones al desarrollo de los territorios”. Si una universidad mide su impacto y otra mide el suyo de forma aislada, corremos el riesgo de perder la visión holística del progreso. Necesitamos mayor colaboración y contar con datos agregados, esto permitirá mover la aguja de los grandes desafíos regionales.

VcM predictiva: anticipando las necesidades

Quizás el reto más ambicioso es transformar la VcM de una función reactiva a una predictiva. El objetivo ya no debe ser responder a un problema que ya existe, sino anticipar las necesidades futuras del territorio. María Luisa Rodríguez (INACAP) enfatiza el potencial de la analítica de datos en este ámbito: “El desafío futuro es cómo la tecnología puede ayudar a generar un modelo predictivo respecto de las necesidades del territorio. Utilizando datos demográficos, económicos, ambientales y sociales, podemos anticipar las brechas de competencias o los riesgos emergentes”. Esto, aseguraría que las propuestas de VcM sean efectivamente lo que las comunidades necesitan, invirtiendo nuestros recursos en soluciones de alto impacto estratégico.

En conclusión, los desafíos tecnológicos de la VcM no son técnicos, sino estratégicos y culturales. Pasan por romper los silos internos (interoperabilidad), por generar nuevas herramientas para validar el impacto cualitativo, y por adoptar una mentalidad predictiva que utilice el big data para asegurar que la academia siga siendo el motor más pertinente y efectivo para el desarrollo de la sociedad.

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