Repensando la evaluación de la calidad en la educación superior: una perspectiva multidimensional
junio 10, 2024
Columnas AEQUALIS. 015. Junio 2024

Felipe Rivera Sánchez,
Jefe de Evaluación de la Calidad Académica,
Dirección Aseguramiento de la Calidad, Duoc UC.

En un mundo cada vez más interconectado, las instituciones de educación superior (IES) enfrentan la necesidad de repensar permanentemente el concepto de calidad con que están direccionando su quehacer. Generar un debate respecto de ¿qué calidad?, es crucial considerando la relevancia que tiene actualmente la Educación Superior Técnico Profesional en un contexto donde la colaboración con diversos actores sociales y económicos no es solo relevante, sino necesaria.

En este sentido, la Ley de Educación Superior 21.091 aboga por principios de pertinencia y mecanismos de bidireccionalidad para las instituciones de educación superior, resaltando la importancia de la retroalimentación que conllevan los procesos de evaluación, que se nutran y aporten al desarrollo de sus entornos relevantes. En el caso particular de las instituciones de educación superior técnico profesional la ley las mandata no solo a preparar a sus estudiantes para el mercado laboral, sino hacerlo en un directo involucramiento con los sectores productivos.

El imperativo sobre la calidad en un contexto de urgente pertinencia y necesaria bidireccionalidad, requiere reflexionar sistemáticamente sobre la coherencia de los mecanismos de evaluación de resultados para una adecuada retroalimentación de los procesos académicos.

Además de la formación de profesionales, la vinculación de las IES con su entorno, la investigación aplicada, innovación y transferencia son funciones cruciales para la calidad en instituciones que tienen como misión generar contribuciones hacia la sociedad y reconocen en estas una fuente de mejoramiento continuo. Esto implica junto con la formación de técnicos y profesionales competentes, la creación de las condiciones para ser parte de un ecosistema en el cual todos se benefician, donde las instituciones de ESTP aporten conocimiento para resolver problemas reales.

La relevancia de un ecosistema donde se generen relaciones de bidireccionalidad, sin duda va impactar en mayor pertinencia y por ende en mejor integración de sus graduados al mercado laboral. Consecuentemente, un enfoque evaluativo que aborde la vinculación con el entorno y la investigación aplicada e innovación y transferencia es crucial para permitir a las IES demostrar sus contribuciones en el entorno y como esto se vincula a la calidad de la formación de los futuros profesionales. De este modo, las IES deben generar espacios de evaluación donde la pertinencia y la bidireccionalidad sean máximas en el fomento de un entorno donde la colaboración con la industria sea un aspecto fundamental de sus estrategias.

En este contexto, Duoc UC ha desarrollado algunas metodologías para evaluar la relevancia de las contribuciones en investigación aplicada e innovación. La metodología adoptada (Quip, por sus siglas en inglés) permitió auscultar los resultados de la investigación, desarrollo, innovación y transferencia, verificando su alineamiento con los desafíos actuales de las IES en los procesos de enseñanza aprendizaje y transformaciones organizacionales para ello. El alcance de la metodología Quip, al centrarse en la autoatribución y en la retroalimentación directa de los beneficiarios, proporciona una visión más completa y auténtica del impacto de las actividades de las IES y la calidad en perspectiva multidimensional, que va más allá de las fronteras organizacionales.

El objetivo de la evaluación fue generar evidencia sobre las contribuciones derivadas de las actividades de investigación aplicada e innovación, así como la relación bidireccional entre estas y el entorno, identificando las causas y efectos en los procesos de enseñanza-aprendizaje asociados a proyectos de investigación e innovación. Una labor constante en la investigación aplicada e innovación en Duoc UC es su integración con los procesos de enseñanza-aprendizaje, con el propósito de proporcionar a los estudiantes herramientas para resolver problemas concretos de la industria y el entorno social relevante.

La evaluación se planteó relaciones causales en cinco dominios: 1) Capacidad de aprendizaje práctico, 2) Capacidad para identificar necesidades y problemas, 3) Capacidad para promover el desarrollo de soluciones, 4) Capacidad de generar condiciones económicas, 5) Capacidad de generar condiciones en la calidad de vida. Los resultados son contundentes, y permiten plantearse una reflexión de fondo respecto de la calidad como factor multidimensional.

Una gran mayoría de los casos analizados indicaron haber experimentado cambios en las áreas de interés. En el dominio de «capacidad de aprendizaje práctico», que se enfoca en el «aprendizaje como un proceso y experiencia» de estudiantes y titulados, se observaron influencias positivas en el «auto-reconocimiento» y en la «capacidad para identificar necesidades y resolver problemas en el entorno laboral». Asimismo, en el dominio «capacidad para promover el desarrollo de soluciones prácticas», tanto estudiantes como titulados mostraron una percepción positiva. Por otro lado, los docentes mostraron una percepción mayoritariamente positiva en todos los dominios, valorando las habilidades de los estudiantes para resolver necesidades productivas y sociales, y respecto de las capacidades de generar condiciones de bienestar económico y social, las ven como un proceso favorable, identificando una tendencia a recibir frutos en el largo plazo.

En síntesis, la investigación aplicada e innovación conectada con estrategias de formación práctica genera impactos muy positivos. Una muy crucial es la mejora en la experiencia de aprendizaje, dado que mejora significativamente la autopercepción de los estudiantes para generar soluciones útiles en sus entornos laborales y sociales. De hecho, los docentes han identificado un avance en la capacidad de los estudiantes para aportar valor, gracias a la incorporación de herramientas y énfasis específicos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, centrándose en la comprensión de las necesidades del cliente.

De este modo, la calidad se configura como un elemento multidimensional, que es resultado de un proceso de enseñanza aprendizaje que hoy más que nunca tiene relación con elementos pedagógicos internos, así como con elementos externos y las contribuciones hacia la sociedad.