Desafíos futuros de la Ingeniería en Chile
junio 05, 2024
Columnas AEQUALIS. 014. Junio 2024

Pablo Catalán Martínez, PhD
Decano Facultad de Ingeniería,
Universidad de Concepción

La Ingeniería en su rol de disciplina del hacer ha sido agente relevante en el desarrollo de tecnologías habilitantes, las cuales abren posibilidades insospechadas tanto en la creación de nuevas industrias como en la respuesta a desafíos que la humanidad enfrenta a nivel global. La inteligencia artificial, manufactura avanzada o la ciencia de datos son pilares fundamentales, tanto para avanzar en la consolidación de sectores económicos caracterizados por su base tecnológica como para la construcción de un entorno cimentado en un paradigma de desarrollo sustentable, que derive a su vez en mayor bienestar social.

Chile no debe estar ausente en tal desafío. Nuestro país cuenta con una masa crítica capaz de contribuir significativamente en abordar los desafíos globales que hoy enfrentamos. Sin embargo, debemos encontrar una ruta propia acorde a nuestro entorno y a nuestras características sociales, industriales y naturales. No debiésemos buscar especializaciones que no encuentren relación con lo que son nuestras actuales mayores fortalezas, ello pudiese resultar no sólo en una posición desventajosa de desarrollo, sino también en un uso deficiente de nuestros limitados recursos.

En tal línea, la Ingeniería es una disciplina convocada a ser protagonista fundamental del futuro de Chile. Hoy, nuestro país necesita respuestas en torno a nuestra necesaria transición energética, cambio climático, desastres naturales, además de, por cierto, la construcción de nuevas industrias de base tecnológica y de la respuesta a desafíos de carácter público en infraestructura, logística, transporte, salud y educación. Tales preguntas deben ser abordadas desde la integración de diferentes conocimientos, capacidades y competencias, y considerando dimensiones de formación, desarrollo, transferencia, innovación y emprendimiento tecnológico.

En primer término, a modo de ejemplo, para ser exitosos en nuestra transición hacia una matriz energética descarbonizada debemos ser capaces de formar Ingenieros e Ingenieras en número, diversidad y, particularmente, calidad adecuados. Se necesita de diversas especialidades propias de la Ingeniería, cuyos procesos formativos se caractericen por conocimientos tecnológicos profundos, además de capacidades para gestionar procesos de innovación y cambio. En tal sentido, cobra relevancia que la formación en Ingeniería se abra en forma consistente a flexibilidades curriculares mayores, de manera que la capacidad de comprensión de problemas y de generación de soluciones se incrementen.

Por cierto, la Ingeniería debe ser factor fundamental en el crecimiento de procesos de investigación y desarrollo tecnológico en el país. Los desafíos planteados para los próximos años, necesitan que agentes nacionales tanto en el sector privado como académico mejoren no sólo sus procesos propios de investigación y desarrollo, sino también la productividad de su interacción. En tal sentido, empresas y universidades deben definirse como socios sinérgicos en una misión país, colaboración que debe caracterizarse por niveles altos de confianza construidos sobre tiempos de respuesta eficientes, una correcta lectura de necesidades, y alta periodicidad de encuentros.

Los puntos anteriormente mencionados deben ir acompañados por la instalación de un paradigma de innovación y emprendimiento instalado en las prácticas y rutinas de la Ingeniería. En particular, debe la Ingeniería colaborar en la construcción de un ecosistema de innovación dinámico en el país, capaz de generar nuevos negocios tecnológicos conducentes a la consolidación de industrias de mayor complejidad en Chile. Ello requiere, además de desarrollo tecnológico propiamente tal, de la formación de una masa crítica emprendedora, capaz de sustentar altas tasas de creación de startups, spinoffs y permanentes procesos de transferencia tecnológica hacia la Industria.

Es por ello que la Ingeniería es una disciplina convocada a cumplir un rol relevante en el desarrollo de Chile durante los próximos años. Debemos asumir tal desafío con un sentido de responsabilidad, trabajo, ética e innovación, sin olvidar el compromiso que tenemos con nuestro país.