Medir para transformar: resultados, contribución e impacto en vinculación con el medio
- diciembre 9, 2025
- Posted by: Marcela Vaccaro
- Categoría: Columna, VINCULACIÓN CON EL MEDIO
Columna AEQUALIS 24. Diciembre 2025
Marcela Vaccaro R
Vicerrectora de Vinculación con el Medio y Comunicaciones
Instituto Profesional AIEP
La vinculación con el medio articula docencia, innovación y territorios en diálogo con actores públicos y privados. Este carácter sistémico exige medir no solo la ejecución, sino también cómo las iniciativas producen valor compartido, con énfasis en efectos internos (como el perfil de egreso, sello formativo, pertinencia) y externos (capital humano, productividad, bienestar, como ejemplo). Medir no es solo un requisito normativo; es una herramienta para aprender, mejorar y demostrar valor social. Uno de los mayores desafíos es cómo medir su efectividad. La normativa y los lineamientos de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) establecen criterios, pero comprender la diferencia entre resultados, contribución e impacto es clave para avanzar hacia una evaluación más robusta y pertinente.
Los resultados corresponden a los productos inmediatos y verificables que se generan tras la ejecución de una iniciativa de vinculación con el medio. Se expresan en indicadores cuantitativos y cualitativos que permiten seguimiento y control operativo, tales como número de proyectos realizados, cantidad de estudiantes y docentes participantes, beneficiarios atendidos y niveles de satisfacción de los actores involucrados. Estos datos son esenciales para evidenciar la ejecución y el cumplimiento de metas, pero por sí solos no explican el valor transformador de la acción. En síntesis, medir resultados responde a la pregunta “¿Qué hicimos y con quiénes?”, ofreciendo una fotografía del alcance, pero sin conectar aún con los efectos estratégicos que se buscan.
La contribución va más allá del registro de resultados: conecta esas evidencias con los propósitos institucionales y sociales, mostrando cómo y en qué medida las acciones aportan a objetivos de mayor escala. Este análisis distingue dos planos. En el plano interno, se evalúa el impacto en la formación, preguntando si la iniciativa fortaleció el perfil de egreso, afianzó el sello formativo —innovación, sostenibilidad, empleabilidad— o generó insumos para mejorar la pertinencia curricular. En el plano externo, se analiza cómo la acción contribuyó al desarrollo de capital humano, a la solución de problemáticas productivas o sociales y a metas globales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, medir contribución responde a la pregunta “¿Qué valor generamos y para quién?”, vinculando la acción con la misión institucional y con el impacto esperado en la sociedad.
El impacto, en cambio, se refiere a los cambios sostenibles en las personas, comunidades y territorios. Aquí surge la complejidad: ¿cómo aislar la variable “cuánto aportó la institución sola” en contextos donde interactúan múltiples actores públicos y privados? Pretender aplicar modelos rígidos, propios de la investigación experimental, con grupos de control y variables aisladas, no se ajusta a la naturaleza colaborativa y sistémica de la vinculación con el medio. El impacto refiere a cambios sostenibles y no lineales, cuya atribución exclusiva es metodológicamente inadecuada en contextos colaborativos; por ello se privilegia la trazabilidad de contribuciones y la evidencia triangulada.
Para medir impacto, las instituciones cuentan con diversas opciones metodológicas y la elección depende del contexto y los objetivos. Los métodos contrafactuales que mencionábamos anteriormente —como los ensayos aleatorizados y los cuasi-experimentos— ofrecen gran solidez en entornos controlados, pero en vinculación con el medio suelen ser poco aplicables y presentan desafíos éticos, ya que implican excluir beneficiarios. Otra alternativa son los métodos de contribución causal, que se ajustan muy bien al trabajo territorial porque privilegian la plausibilidad sobre la atribución absoluta, permitiendo comprender cómo las acciones contribuyen a los cambios esperados. Finalmente, los métodos de valoración social y económica —entre ellos el Social Return on Investment (SROI).
Desde la mirada de una institución con más de una década sostenida de trabajo en territorios, y un modelo donde las tres dimensiones de la medición tienen su espacio, metodologías como el SROI cobran relevancia. Permiten estimar y responder la pregunta “¿Cuál es el valor social creado?”, integrando dimensiones cualitativas y cuantitativas, y reconociendo la interdependencia entre actores. SROI estructura la valoración del cambio social y la rendición de cuentas ante grupos de interés; la teoría de cambio explicita supuestos, riesgos y rutas causales; la evaluación participativa y métodos cualitativos (entrevistas, grupos focales, historias de cambio) aumentan la legitimidad y utilidad para la toma de decisiones; la triangulación fortalece inferencias en ausencia de diseños experimentales. Esta metodología se integra con herramientas ya reconocidas en la gestión de la vinculación con el medio, como la teoría del cambio, las matrices de supuestos, el mapeo de actores, las matrices de indicadores por mecanismo, etc. Es solo un ejemplo de cómo podemos abordar los desafíos de la medición en ámbitos complejos como es la vinculación con el medio en instituciones de educación superior íntimamente conectadas con su entorno.
Los hallazgos de vinculación con el medio se traducen en mejoras en diseño curricular, prácticas evaluativas y metodologías activas. Esta retroalimentación se institucionaliza mediante procesos ex ante–ex dure–ex post y comités de gobernanza, con indicadores diferenciados por los mecanismos que cada institución defina como pilares de su modelo.
Avanzar hacia sistemas de evaluación que distingan resultados, contribución e impacto —y que incorporen enfoques flexibles, participativos y orientados al valor social— es fundamental para consolidar la vinculación con el medio como una función estratégica. Porque cada indicador debe contar una historia: la historia de cómo la educación transforma vidas y territorios.