Reflexiones acerca de calidad y cultura de calidad desde Fundación Qualitas para la Educación

Columnas AEQUALIS 031. Diciembre 2024

Fundación Qualitas para la Educación

La gestión de la calidad en la educación superior ha evolucionado para incorporar conceptos amplios que abarcan mucho más que los mecanismos de acreditación. En esta columna, examinaremos cómo la cultura de calidad se integra en las universidades, no solo como un proceso de cumplimiento, sino como un sistema dinámico de mejora continua.

En este contexto, la literatura nos muestra que el concepto de calidad en educación superior es amplio y multifacético. Según Harvey y Green (1993), calidad en el contexto universitario puede entenderse en términos de excelencia, cumplimiento de objetivos, y transformación. Este último aspecto, el de la transformación, es particularmente relevante en la educación superior, ya que enfatiza el desarrollo de los estudiantes y la mejora continua de las instituciones (Harvey & Stensaker, 2008). La calidad puede verse desde perspectivas técnicas (como la acreditación) y culturales (como el compromiso institucional), lo que genera una riqueza de interpretaciones que responden tanto a las necesidades internas como externas de las universidades (Enders & Musselin, 2015).

Estos autores se refieren a la creciente profesionalización y el cambio en la distribución del trabajo en las instituciones europeas de educación superior, señalando cómo estos cambios influyen en la calidad y gobernanza de las universidades. Coincide con estos autores Scharager, J (2017) al plantear que se pueden identificar los siguientes tres enfoques de calidad que reflejan distintas prioridades:

  • Enfoque Interno: La calidad es vista como un proceso de mejora continua centrado en el desarrollo académico y en el aprendizaje de los estudiantes, priorizando la autorregulación y los valores propios de la academia. Es un enfoque de calidad situado.
  • Enfoque Externo: Aquí, la calidad se concibe como un producto o resultado medible, dirigido a cumplir con estándares o exigencias externas. Esto se manifiesta a través de la rendición de cuentas y la producción de indicadores de desempeño, orientados principalmente al mercado y a la competitividad entre instituciones.
  • Enfoque Híbrido: Este enfoque busca integrar los aspectos internos y externos, tratando de armonizar los objetivos institucionales con las demandas regulatorias y sociales. La calidad se define entonces como un equilibrio entre la autonomía institucional y las expectativas de los organismos de control y acreditación.

Por otra parte, la cultura de calidad se refiere a la integración de valores y prácticas que promueven la mejora continua y el compromiso colectivo en toda la organización. Harvey (2023) describe la cultura de calidad como una “forma de vida institucional” que trasciende los procedimientos técnicos y busca incorporar la calidad en todos los niveles de la institución. Este autor examina las dimensiones de la cultura de calidad, definiéndola como una combinación de procesos estructurales y valores compartidos en las instituciones educativas. Harvey enfatiza que una cultura de calidad es más que solo cumplimiento de estándares y debe verse como una práctica integrada en todos los niveles de la universidad. Su análisis incluye los desafíos de implementar esta cultura, especialmente en instituciones con estructuras rígidas y la necesidad de involucrar activamente a toda la comunidad universitaria para que la calidad sea un elemento “vivido” y no impuesto. Este enfoque implica que la calidad no debe ser vista solo como un requisito externo, sino como un proceso dinámico que involucra a todos los actores de la universidad en la construcción de valores compartidos (Verschueren et al., 2023).

La acreditación en educación superior se ha consolidado como un mecanismo formal de aseguramiento de calidad, que mide el cumplimiento de estándares nacionales e internacionales. No obstante, el logro de la acreditación es solo un componente de la cultura de calidad. Autores como Sursock (2011) argumentan que una cultura de calidad efectiva debe ir más allá del proceso de acreditación, integrando valores y compromisos en la estructura de la institución que faciliten una mejora continua y adaptable a los cambios internos y externos. De hecho, este autor analiza cómo los procesos internos de aseguramiento de calidad pueden construir una cultura de calidad dentro de las universidades, destacando las prácticas efectivas y los desafíos en la implementación​. Asimismo, sugiere que las instituciones deben evitar enfoques exclusivamente burocráticos y, en cambio, fomentar la participación de todos los estamentos para construir una cultura de calidad sostenible y, señala la importancia de la autonomía institucional y la autoevaluación en el fortalecimiento de una cultura de calidad inclusiva.

En Fundación Qualitas, nos hemos dedicado últimamente al estudio y evaluación de la cultura de calidad en instituciones de educación superior, para identificar y fortalecer prácticas que trascienden los estándares formales de acreditación. Estas experiencias nos han permitido constatar que una cultura de calidad sostenible se construye a través del compromiso colectivo y una visión compartida de mejora continua. tamos convencidos de que seguir reflexionando y colaborando en este ámbito permite a las instituciones avanzar hacia un desempeño más sólido y consistente con su misión educativa.



Foto del avatar
Author: Fundación Qualitas
Fundación Qualitas Para la Educación

Deja una respuesta