Coronavirus y Educación: Un camino sin retorno
marzo 30, 2020

Entrevista de Cambio 21 al doctor Iván Navarro, presidente de Aequalis.

La mitad de los estudiantes del mundo no puede asistir a clases por la pandemia del coronavirus. Recientes datos de UNESCO, dan cuenta que la cifra se dobló en cuatro días, siendo 850 millones de jóvenes los que enfrentan un panorama incierto, no solo para su salud sino también respecto de su formación, escolar o superior.

El Dr. Iván Navarro, presidente de AEQUALIS coincide con UNESCO cuando ésta dice que “la escala y velocidad de los cierres de escuelas y universidades representa un desafío sin precedentes para el sector de la educación”. Es que la crisis sanitaria también ha obligado a nuestro país a suspender las clases presenciales, poniendo a la educación superior y escolar ante un desafío mayúsculo: continuar su formación digitalmente.

Ante este escenario, hay quienes ven al COVID 19 como una amenaza para la educación escolar y superior, mientras otros creen que es la oportunidad para desarrollar un nuevo sistema de educación on line, que puede resultar beneficioso para todos al recuperarse costumbres y modos de vida más humanizados.

Consultado el Dr. Navarro sobre cómo cree que debería enfrentarse esta transición para aprovechar lo mejor de ella, dice: “Me cuento entre quienes tenemos la esperanza de transformar el drama gigantesco del Coronavirus en una oportunidad para cambiar lo que por tanto tiempo hemos anhelado los educadores: modificar el espacio educativo y de formación profesional y técnico más allá de las cuatro paredes de la sala de clases, más allá del cada vez más congestionado mundo del establecimiento escolar o del campus universitario, para integrarla a la complejidad del mundo real, de la tecnología, de la producción y el trabajo, de la administración y las comunicaciones, de los ecosistemas en los que transcurre la vida real. Hoy “la tiza y el pizarrón”,  las metodologías frontales profesor alumno, sumado a una tradición curricular estática, condicionan la educación tradicional a repetir contenidos culturales muchas veces añejos, que impiden responder a las exigencias de calidad y pertinencia del mundo globalizado y rápido en que vivimos.

Hoy, casi imperceptiblemente, y muchas veces a contrapelo, ha surgido un entorno virtual de aprendizaje que se ha ido imponiendo y desarrollando a la par del desarrollo tecnológico y cultural, muy patente en el presente siglo. El drama del Coronavirus ha permitido que en los países afectados, entre ellos Chile, ante la necesidad de interrumpir la actividad educativa en todos los niveles del sistema, se haya recurrido a formas de educación on line, que permiten mantener un cierto funcionamiento educativo y que, también superando un déficit cada vez más patente e incidente en el éxito educativo, ha comprometido a la familia en el desarrollo educativo de sus miembros. Vivimos, un momento de transición, que esperamos superar lo más rápido y mejor posible, en que se abren vías para un cambio educacional de importancia en que lo presencial y lo virtual se integren y originen una educación de mejor calidad y más adecuada a las exigencias del desarrollo del país. De esta transición hay que tomar lecciones y decisiones que se traduzcan en políticas educativas que, al menos, se conviertan en: un cambio metodológico y curricular de fondo, una reconceptualización de los perfiles de formación de los docentes y profesores, y una estrategia de fomento a la investigación y experimentación educacional, que preste un soporte que no tiene hoy, para asegurar una educación de calidad”.

Como Ud. afirma, la educación virtual cambia radicalmente la forma de enseñanza, reemplazando la educación frontal por una interactiva, lo que supone modificaciones para el que enseña, el que aprende y la relación entre ambos. ¿Qué requieren profesores y el estudiante para que la educación on line sea efectiva?

“El estudiante parece estar preparado para un cambio de esta naturaleza. Ellos, en general, tienen una gran disposición para usar espacios virtuales y mucha familiaridad con el uso de plataformas, páginas web y programas informáticos. Debe ser porque estos elementos cuentan con metodologías de fácil acceso, que atraen la atención de los usuarios y estimulan su involucramiento en el uso de tecnologías. Uno de los logros de la tecnología virtual es promover la interacción entre los participantes, una de las carencias principales de la educación frontal. El tema de los educadores es muy distinto y diverso: los perfiles de formación de profesores no contemplan el uso de medios on line, en la dimensión que exige la realidad hoy, especialmente ante situaciones excepcionales como la que vivimos.

La función educativa y docente tiene exigencias que obligan a tener un manejo básico para poder enseñar. Pero no el que demandaría una educación nueva, en que el uso de plataformas y de recursos metodológicos virtuales puede llegar a exigirse como competencias fundamentales para el ejercicio docente. Aquí habría una tarea de futuro, muy importante: repensar los perfiles profesionales docentes en todos los niveles del sistema educativo. Y habría también una tarea para los padres y la familia: respaldar el trabajo educativo de sus hijos, asumiendo que esta nueva forma de aprender representa un cambio de estilo de vida que debe repercutir adecuadamente en la familia y en su relacionamiento con las instituciones educativas y formativas de sus hijos”.

Internet es un gran aliado en muchas áreas, incluyendo la educación. Pero igual conlleva peligros y dificultades, tales como spam, mensajes erróneos, exposición a virus, etc. ¿Están las IES protegidas en este aspecto y qué recomendaciones puede dar a académicos y estudiantes para usar los recursos de manera responsable?

“En las instituciones escolares, salvo las de un segmento menor, se está iniciando y/o intensificando el uso de recursos computacionales aplicados al aprendizaje escolar. La mayoría, los colegios más que las instituciones de educación superior, no están preparadas para los peligros y dificultades que Ud. señala. La excepción son las universidades y algunos institutos profesionales y centros de formación técnica, que han incorporado recursos para defenderse de spam, virus u otras intervenciones”.

¿Esistema puede aplicarse en todas las áreas de educación? Por ejemplo, ¿qué pasa con clases de arte, música, química en laboratorio, medicina, etc.?

“La formación a distancia, en Chile y en la mayoría de los países del mundo (con excepción de España, Alemania, Dinamarca, entre otros) no ha tenido un desarrollo sostenido importante. A lo más ha habido siempre expresiones diversas, como la educación por correspondencia, primero, que fueron incursionando en diversas metodologías, para llegar a lo que hoy se denomina formación on line, a través de internet. Hoy tenemos un número importante de carreras técnicas, profesionales, en incluso programas de Maestría de educación virtual o a distancia. La gran mayoría se desarrolla en el área de los servicios, administración y no en áreas que contemplen áreas específicas de mayor complejidad como las que Ud. señala. Es posible que a futuro ello sea posible, porque la educación a distancia ha cobrado un impulso que, hasta hace unos años, era impensado.

No todos los estudiantes  tienen internet. ¿Cómo hallar una fórmula on line que sea inclusiva?

“Hoy existen plataformas muy inclusivas, como LMS (Learning Management System), Classroom, Zoom, Papinotas, Hangout, Timms. Algunas tienen un segmento gratuito y otros, más especializados o con mayor tiempo de uso, que involucran un costo. Por cierto, el Estado debe jugar un rol esencial en orden a proveer el uso de plataformas, en lo posible sin costo para los estudiantes, como de hecho está ocurriendo en esta emergencia”.

Los jóvenes están habituados a la tecnología y suelen manejarse bien con ella. ¿Qué pasa con los profesores?

Como he señalado antes, los profesores, en general, tienen una base de usuarios que ha debido ser complementada por políticas de perfeccionamiento que la mayoría de las instituciones educacionales proveen, con sus propios recursos didácticos o con la oferta del Centro de Perfeccionamiento del Magisterio o de las Universidades. Y ha debido serlo, porque el avance de la tecnología ha puesto a prueba la eficiencia de los planes de formación de profesores, dejando en evidencia la debilidad persistente de dichos planes por renovarse y responder a las exigencias de los tiempos. Por lo tanto, es realmente importante  que, una vez solucionada la actual emergencia, se genere una política de desarrollo que permita reformular los perfiles profesionales docentes, a la luz de la experiencia que estamos viviendo hoy y que incorpore competencias para los entornos digitales de aprendizaje que, ahora se ha demostrado, son ineludibles para el desarrollo de una educación de calidad.

La educación ha iniciado un camino sin retorno, en cuánto a su práctica metodológica y curricular, que la obligará a incorporar entornos digitales de aprendizaje que, a no dudarlo, le permitirán acceder de mejor forma a los estándares de calidad que la sociedad exige. Y en esta tarea, una nueva política de formación docente, debe ser piedra angular, en la que tendrá responsabilidad esencial el Estado, pero también las Universidades que forman profesores y que son las responsables de determinar los perfiles profesionales de éstos”.

¿Cuáles cree que son las principales posibilidades o beneficios que trae la enseñanza digital a la sociedad como un todo?

Creo que la enseñanza digital, la investigación y experimentación de entornos digitales de aprendizaje son de extraordinaria importancia para nuestro país. Hace mucho que, en Chile, la investigación y experimentación educacional están ausentes del desarrollo educativo, provocando una persistente “sequía” de los contenidos culturales del sistema, un retraso metodológico alarmante y una falta de integración entre sus subsistemas, que ciertamente determinan los estándares de calidad que hoy le caracterizan. A partir de la experiencia que hoy vivimos dolorosamente, con todos los estudiantes fuera de la sala de clases, tenemos la oportunidad de renovarnos y la enseñanza digital puede ser el motor de partida para, una vez superada la actual crisis, cambiemos la educación y asumamos este camino sin retorno que nos puede engrandecer”.

Educación on line en una época normal implica tutores privados y clases personalizadas. ¿Cómo cree que se desarrollará con la suspensión masiva de clases? ¿Está Chile preparado para esto?

Creo que la situación actual de la institucionalidad educativa demuestra que no estábamos totalmente preparados, pero que con esfuerzo y creatividad de los diversos actores, vamos avanzando a través de la crisis, para transformarla en una oportunidad”.

¿Existen formas de controlar la calidad de la educación on line?

A nivel de Educación Superior, el reconocimiento de la calidad de la educación on line no ha sido fácil. A veinte años del inicio de la creación, experimentación y formalización de un Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior chilena, recién se está analizando  las orientaciones que sustentarán la acreditación de  Instituciones que imparten Programas en Modalidad Virtual y Comparada, en Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. Como en tantos casos, en éste, la educación on line ha conquistado su espacio. Esperemos que su integración siga siendo impulsada por la evidencia de su necesidad y pertinencia para el mejoramiento de la calidad, y también de la equidad, de la educación en Chile. Este es un camino sin retorno”.