Carreras STEM en la educación superior de Chile
enero 26, 2023

Víctor Salas Opazo, Departamento de Economía, USACH
Tomás Bustamante, Eduardo Cerda y Valentina Farías, OPPES-USACH

(Minuta 20 OPPES-USACH). – La noción de carreras STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics) tiene algo más de dos décadas de presencia en el mundo. En un sentido literal y simbólico se espera que desde estas disciplinas y las correspondientes carreras formativas asociadas puedan surgir adecuadas e innovativas soluciones para el desarrollo de las sociedades. Existen grandes expectativas sobre las carreras profesionales en STEM, tanto para el desarrollo sostenible como inclusivo, dada la baja participación de las mujeres en estas carreras.

La realidad observada para las carreras STEM en Chile es que, centralmente, éstas son carreras de ingeniería. Los últimos diez años su matrícula total tuvo un crecimiento promedio anual de 2,67% y se han instalado como un conjunto de carreras que, a 2022, representa el 27,8% de la matrícula total del pregrado de la educación superior chilena.

De las tres áreas de las carreras STEM la más importante es la de “Ingeniería, Industria y construcción” (IIC) que ha sido, históricamente, muy superior en número de matrícula total y de primer año, en comparación a las otras dos áreas: “Ciencias naturales, matemáticas y estadística” (CNME) y “Tecnología de la información y la comunicación” (TIC), alumnos/as que están principalmente en las Universidades.

Estas carreras muestran, a 2022, una alta concentración de hombres en su matrícula total. En las universidades, 72,7% son hombres, en promedio anual; en los institutos profesionales, 87,6%, y en los centros de formación técnica, 90% en promedio anual. Pero, entre 2012 y 2022, tanto en las universidades como en los IP, la matrícula total de mujeres crece (2,71% y 8,78% promedio anual, respectivamente) a tasas más altas que la de hombres (1,1% y 5,44%), resultados que fundamentan el hecho de que la diferencia de género en matrícula tiende a reducirse, en ambos tipos de instituciones de educación superior.

La preferencia de las mujeres al igual que la de hombres, se concentra en el área de IIC de las carreras STEM. Sin embargo, la alta presencia femenina observada en la matrícula de primer año en carreras STEM, ocurre en aquellas donde no existe un campo de estudio muy definido, como “Bachillerato y/o Licenciatura en Ciencias Básicas”, “Ingeniería Civil, plan común” y “Licenciatura en Ciencias de la Ingeniería”, que son carreras que podrían decantar, luego de elegir las estudiantes su especialización o mención.

Se observa una interesante y fuerte correlación positiva en al área TIC de los IP, entre la matrícula de primer año y la oferta de carreras de esas instituciones (90,67%). A su vez, se observa una fuerte correlación negativa (-61,73%) en las universidades para el área IIC. Luego, estas están ofreciendo cada vez más carreras STEM que no tienen demanda.

No fue posible determinar la existencia de una brecha de género entre carreras porque casi todas las STEM tienen una participación mayor por parte de los hombres y no se puede dimensionar la diferencia de género. Sí se observa que aquellas impartidas por IP y CFT suelen tener niveles de IFE (entre el 1er y 4º años de egreso) y una variación promedio menor que las universitarias. La significación de las carreras STEM queda de manifiesto al observar que su área IIC, de mayor predominancia en ellas, tiene una participación promedio de 33,63% sobre la matrícula de primer año, seguida de “Administración de Empresas y Derecho”, un área no STEM que tiene una participación promedio de un 20,03%.

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