Los nuevos desafíos de AEQUALIS
marzo 28, 2016

A mediados de 2010, Mónica Jiménez invitó a instalar un foro de análisis y discusión sobre educación superior. La idea inicial era constituirse como un espacio de diálogo, que reuniera a personas ocupadas (y preocupadas) del sector, provenientes de distintos ámbitos políticos, institucionales, geográficos, ideológicos, para analizar los cambios observados, plantear los principales desafíos y, sobre todo, elaborar propuestas.

Así nació AEQUALIS, Foro de Educación Superior, entidad que lleva más de ocho años en esta tarea. Ha operado durante todo este tiempo como una instancia amplia, pluralista, abordando la mayoría de los temas relevantes sobre educación superior: la función formativa, la educación técnico-profesional, la estructura de títulos y grados, la arquitectura del sistema, el desarrollo regional, la evolución de la educación superior en el pasado cercano, la institucionalidad y el financiamiento, todo ello desde una perspectiva centrada en el compromiso con los estudiantes, la calidad y la equidad.

Me correspondió ejercer la presidencia del directorio de AEQUALIS los últimos cuatro años, cuando Mónica partió a servir al país como embajadora, primero en el Vaticano y luego en Israel. El directorio, sin ninguna pretensión de reemplazarla – tarea imposible, por cierto – mantuvo la impronta que ella le dio: mantenerse como un espacio privilegiado para reflexionar sobre la educación superior, libre de restricciones corporativas o de intereses particulares, abierto a todos los puntos de vista, con una mirada de futuro sin ignorar el presente, y con el solo compromiso de aportar al análisis de políticas y de elaborar propuestas para el desarrollo de la educación superior.

Durante su gestión, AEQUALIS ha combinado una mirada a la coyuntura con la reflexión de mediano y largo plazo. Así, participó activamente en la discusión sobre la reforma de la educación superior, revisando con grupos especializados las propuestas en el campo de la institucionalidad y el aseguramiento de la calidad. A partir de este trabajo, contribuyó a las discusiones sobre el proyecto de ley en la Cámara de Diputados y el Senado. Junto con esto, reunió a destacados especialistas en diversos campos del quehacer nacional para indagar acerca de los desafíos del futuro, y de la forma en que la educación superior podía hacerse cargo de ellos, abriendo perspectivas novedosas en el campo de la relación con la ciudad, la industria, la ciencia y la política. Sintetizó propuestas acerca de los temas abordados y las puso a disposición de representantes de las principales candidaturas a la presidencia de la República.

Comienza ahora una nueva etapa. Un directorio renovado, una reforma aprobada pero que hay que poner en marcha, una nueva institucionalidad. Son desafíos importantes donde pensamos que AEQUALIS tiene mucho que aportar. No hay en Chile un organismo semejante, que tenga características tan diversas, tan plurales y, al mismo tiempo, tan libre de presiones corporativas o de intereses particulares. El grado de convergencia de los puntos de vista expresados en los grupos de trabajo va más allá de acuerdos sobre el diagnóstico, y alcanza, en muchos casos, al contenido de las propuestas. Hay, por supuesto, puntos de vista diferentes, distintas prioridades y orientaciones a veces contradictorias, que se discuten con respeto, con capacidad de escucha y con la libertad de discrepar. Esto es lo que hace del trabajo del Foro algo tan significativo: la posibilidad de compartir con personas con las que normalmente  no habría oportunidades de diálogo, porque todos tendemos a reunirnos con quienes piensan de manera parecida a nosotros mismos y cuando salimos de esos grupos cerrados tendemos a hacerlo de manera adversaria. AEQUALIS rompe esa dinámica, y permite ampliar horizontes y, desde allí, ponerse al servicio de la educación superior, de sus instituciones y de las instituciones que la conforman.

Al dejar la presidencia del Foro lo hago con el convencimiento de haber contribuido con nuestro quehacer a las profundas y necesarias reformas que requiere a educación superior chilena. Ahora asume el cargo de presidente Iván Navarro, apoyado por un directorio renovado, con amplia experiencia y diversidad, que representa muy bien los rasgos que he querido destacar. Este nuevo directorio deberá enfrentar desafíos que, si bien ya han estado claramente presentes en la discusión, ahora tienen que expresarse en acciones concretas: la traducción de la reforma al quehacer de las instituciones, la integración de la formación técnico profesional en una educación superior capaz de acoger diversos intereses y necesidades, el desarrollo de una actividad científica y tecnológica capaz de contribuir de manera eficaz a la solución de problemas nacionales y latinoamericanos. Todos estos son temas en los que estoy segura AEQUALIS continuará contando con la cooperación de las instituciones que aportan financieramente al Foro pero, sobre todo, con la participación activa de todos quienes están interesados en contar con una educación superior relevante para el siglo 21.