La urgencia de escuchar a los sin voz
enero 02, 2023

María Jesús Honorato
Decana Facultad de Educación
Universidad de Las Américas

Para Fundación AEQUALIS

2022 se fue y nos deja muchos desafíos en materia de educación, especialmente en la primera infancia, aquellos sin voz, que sufrirán con mayor fuerza las consecuencias de la suspensión de actividades y la interrupción de los procesos de aprendizaje a causa de la pandemia.

Y cabe preguntarnos ¿Cuál es la responsabilidad que tenemos las universidades y las facultades de Educación?

Mucha. En primer lugar, trabajar por recuperar las vocaciones. Sabemos que tendremos un déficit de 32 mil educadores en 2025. Debemos motivar a nuevos estudiantes a estudiar carreras de pedagogía. Como formadores de formadores tenemos la obligación moral de entregar al país los mejores educadores, a los que tengan consciencia de la gran responsabilidad en la tarea por recuperar aprendizajes y de que estas experiencias serán la base para el desarrollo posterior de miles de niños y niñas, otorgándoles mayores oportunidades y posibilidades de aprender, acortando definitivamente las brechas socioeconómicas. Debemos formar un educador que tenga una mente abierta para aprender a pensar, pues deberá reconocer y definir un buen pensamiento científico basado en evidencias que permita el desarrollo de la voluntad bien educada y un manejo adecuado de las emociones. Esto se logra a través de interacciones de calidad mediante el juego y el aprender haciendo -bases pedagógicas de este nivel educativo-, logrando así desarrollar uno de los factores protectores más importantes de la infancia, que es el goce por aprender.

También debemos fomentar la investigación, apoyar instancias para proveer validez científica a los conocimientos que se deben manejar en este nivel, aquellos que siempre han estado presentes y otros que alcanzaron protagonismo durante la pandemia como la innovación, el uso de nuevas tecnologías y herramientas digitales, la educación al aire libre y el trabajo con las familias. La investigación en Educación Parvularia debe responder, además, a diversas iniciativas en relación con la implementación curricular, carrera docente, estándares de Formación Inicial y de Desempeño, y Política de Aseguramiento de la Calidad. Asimismo, resguardar aspectos importantes como la transversalidad y trayectoria en el nivel, el juego como principal estrategia de aprendizaje, la inclusión como derecho fundamental a la educación, siendo un aporte fehaciente a la política pública que orienta el nivel, desde la formación inicial como continua, para su transferencia efectiva en los aprendizajes de todos los niños y niñas. El trabajo colaborativo entre universidades se enriquece mediante la investigación, también las alianzas público-privadas. Tenemos acá una tremenda oportunidad.

Debemos realizar potentes campañas de atracción a Educación Parvularia enfocadas en plasmar en la sociedad la importancia de la educación inicial y que, por lo tanto, es acá donde el país debe invertir. Necesitamos llegar al corazón de las familias para que comprendan en su total dimensión la importancia de este periodo en la vida de las personas. No es auspicioso que de acuerdo con la Encuesta Casen 2017, un 62% de personas con hijos entre 4 y 5 años declara no enviarlos a la educación inicial pues los cuidan en el hogar, mientras que un 10% responde que no le parece necesario que asistan.

Tenemos la responsabilidad y oportunidad de instalar a la educación parvularia en el lugar que se merece, como una carrera de primer nivel.  Debemos salvar este nivel, ir al rescate de los sin voz, escucharlos, verlos y actuar.