La retroalimentación desde VcM, un proceso clave para el aseguramiento de la calidad
mayo 21, 2024
Columnas AEQUALIS. 011. Marzo 2024

Pilar Majmud, Asesora Especialista VcM
Coordinadora Unidad VcM, AEQUALIS

La importancia de los procesos de retroalimentación en las instituciones de educación superior no puede ser subestimada, ya que son fundamentales para asegurar la pertinencia de la labor educativa y para generar propuestas de valor, coherentes con los territorios donde las instituciones están emplazadas. La retroalimentación, según Argyris y Schön (1978), es un proceso en el cual la información sobre el desempeño pasado de una organización se utiliza para ajustar y mejorar su funcionamiento futuro. En el contexto educativo, esto implica recopilar y analizar información sobre cómo las funciones misionales de una institución de educación están respondiendo a las necesidades, desafíos y expectativas del entorno.

Recientemente, en el Congreso de Vinculación con el Medio (VcM) 2024 de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Gabriela Navarro y yo presentamos un Modelo de Retroalimentación que sugiere un enfoque estructurado para este proceso. El modelo propone la inclusión de dimensiones específicas que identifican aspectos susceptibles de retroalimentación o mejora, basados en hallazgos detectados en el marco del desarrollo de iniciativas de VcM. Además, introduce criterios que permiten determinar la factibilidad de implementar dichas propuestas de mejora, asegurando que las acciones tomadas sean viables y efectivas.

Un aspecto clave de este proceso es la propia Vinculación con el Medio. La vinculación, como la define Brünner (2001), es un proceso bidireccional de interacción entre la universidad y la sociedad, donde ambas partes se benefician y enriquecen mutuamente. No se limita solo a la transferencia de conocimientos desde la institución de educación hacia la sociedad, sino que también implica un flujo constante de información, experiencias y necesidades desde la comunidad hacia la institución educativa. Este intercambio continuo permite a las instituciones mantenerse actualizadas y relevantes, adaptando su oferta de valor a las realidades locales y globales.

La retroalimentación puede provenir de diversas fuentes, incluyendo empleadores, exalumnos, organizaciones comunitarias y actores públicos entre otros. Esta diversidad de fuentes permite a las IES obtener una visión holística de las demandas y desafíos que enfrenta la sociedad y el mercado laboral. Al incorporar estas perspectivas, pueden realizar ajustes necesarios en sus currículos, metodologías pedagógicas, estrategias de relacionamientos, proyectos de innovación y/o investigación aplicada asegurando así la pertinencia del quehacer de la institución.

La importancia de la retroalimentación y la vinculación radica en varios aspectos clave. Primero, permiten a las instituciones de educación superior ajustar sus programas académicos y proyectos de investigación aplicada o innovación para que sean más relevantes y útiles. Por ejemplo, si una universidad recibe información de que los empleadores locales necesitan habilidades específicas que no están siendo cubiertas adecuadamente en los programas actuales, puede modificar sus planes de estudio para incluir esas competencias. Esto no solo mejora la empleabilidad de los graduados o titulados, sino que también asegura que la institución esté contribuyendo de manera efectiva al desarrollo económico y social del territorio.

Segundo, estos procesos fomentan la innovación y la mejora continua. Al recibir retroalimentación constante y mantener un vínculo estrecho con el entorno, las instituciones pueden identificar oportunidades para desarrollar nuevas iniciativas, programas y proyectos que respondan a las necesidades emergentes. Esta capacidad de adaptación y respuesta rápida es esencial en un mundo en constante cambio, donde las demandas sociales y económicas evolucionan rápidamente.

Tercero, la retroalimentación y la vinculación fortalecen la legitimidad y el compromiso social de las IES siendo piezas fundamentales para el desarrollo regional. Las instituciones que mantienen una relación estrecha con su entorno pueden contribuir de manera significativa al desarrollo sostenible de sus regiones.

En conclusión, los procesos de retroalimentación y vinculación son esenciales para que las instituciones de educación superior aseguren la pertinencia de su labor educativa y generen propuestas de valor coherentes con los territorios donde están emplazadas. Estos procesos les permiten adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad, fomentar la innovación, fortalecer su legitimidad y compromiso social, y contribuir al desarrollo sostenible de sus regiones. La existencia de modelos para implementar la Retroalimentación es deseable ya que ofrecen una estructura valiosa para guiar estos procesos, asegurando que las instituciones de educación superior puedan cumplir con su misión de ser motores de desarrollo social y económico, generando un impacto positivo y duradero en sus comunidades.