Incorporación de temáticas emergentes en el desarrollo institucional a través de la vinculación con el medio
agosto 10, 2023
Columnas AEQUALIS. 018. Agosto 2023

Marcela Vaccaro,
Vicerrectora de Vinculación con el Medio y Comunicaciones AIEP,
Integrante Unidad VCM AEQUALIS.

Desde mayo de 2018, con la promulgación de la Ley 21.091 de Educación Superior y la posterior actualización de criterios y estándares de acreditación institucional por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), las instituciones de educación superior (IES) han debido asumir cambios significativos en relación con su quehacer.  Se definió que las universidades eran instituciones multifuncionales que “cumplen su misión a través de la realización de la docencia, investigación, creación artística, innovación y vinculación con el medio” (Tomacic, 2021). Así también, los institutos profesionales (IP) y los centros de formación técnica (CFT) se definen como trifuncionales, sumando a la función docente las de vinculación con el medio e innovación.

De más está mencionar la complejidad que estas definiciones significaron y aún representan para el sistema. La multifuncionalidad y la trifuncionalidad han implicado una reformulación de las gobernanzas de las casas de estudio; la refocalización y priorización de recursos, así como la elaboración o actualización de políticas y modelos que den respuesta a los nuevos lineamientos de la Ley 21.091 y a los criterios de acreditación que comienzan a regir ahora en 2023. Cumplir con lo anterior no está exento de desafíos que, para algunas IES, es difícil de abordar. Sin ir más lejos, en 2022 estudios señalaban que solo en el sector de los IP/CFT, de las 85 IES del país, 52 se encontraban sin acreditación “ya sea por estar en proceso de licenciamiento o porque, ya siendo autónomas, no han alcanzado la certificación (25 de ellas) con la CNA” (Esmar & Poo, 2022).

Sin embargo, las IES son parte de un ecosistema complejo y tienen un rol estructural en el desarrollo del tejido económico y social. Por lo mismo, existen temas emergentes en los últimos años que se han transformado en regulaciones – formales o voluntarias – que también deben ser incorporados a la gestión institucional, sumándose a lo que mencionábamos anteriormente. Nos referimos a los tópicos de género, diversidad, inclusión, sostenibilidad[1] y migración, entre otras. Es imposible poner en duda la relevancia de que estén en la agenda institucional, considerando que una de las premisas para abordarlos es la formación de profesionales y técnicos con un entendimiento de su responsabilidad en la movilización de nuestro país en estos asuntos.

Solo para ejemplificar. La ley 21.369 de septiembre de 2021 busca “promover políticas integrales orientadas a prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género” en las instituciones de educación superior (Educación, 2021). Su puesta en marcha no solo requiere la activación de un sistema de investigación y sanción dentro de las IES, sino un trabajo estrecho con la comunidad de estudiantes, docentes, colaboradores, titulados y con su entorno. En el caso de la sostenibilidad, ya en 2012 se crea la Red Campus Sustentable (RCS), continuadora del protocolo Campus Sustentable. Las instituciones miembros – que hoy suman 41 entre universidades, IP y CFT – adhieren voluntariamente a un proceso de autoevaluación, el Reporte y Evaluación de la Sustentabilidad en Instituciones de Educación Superior (RESIES). El avance en este indicador implica la incorporación de criterios de sostenibilidad en las instituciones, así como también lo hace el Acuerdo de Producción Limpia (APL) para Instituciones de Educación Superior, que es promovido por la misma RCS junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y a los ministerios de Salud, Medio Ambiente, Educación y Energía.

Independientemente del tamaño o complejidad de la institución, la cuestión ha sido el cómo abordar la incorporación de estos elementos en forma no disruptiva, pertinente y viable, asegurando que tribute de manera adecuada a todos los niveles de la gestión. En esto no hay, por cierto, una forma o protocolo único a seguir. Dependiendo de cada casa de estudios, pueden que se consideren más o menos preparadas para adoptar estas temáticas.  Es en este proceso de reflexión en el que la vinculación con el medio (VcM) aparece como una vía con un potencial interesante para comenzar este proceso de incorporación.

¿Qué elementos evidencian esto? La gestión de la vinculación con el medio facilita, para efectos de este análisis a lo que llamamos “temáticas emergentes” (el término emergente utilizado por ser nuevo para las IES, no necesariamente a nivel foco público), su incorporación a través de las políticas y modelos de VcM ya establecidas dentro de la institución. Esencialmente los podríamos resumir en los siguientes puntos:

  1. Transversalización de las temáticas bajo el alero de la VcM:

Uno de los desafíos más importantes al incorporar los temas emergentes en las instituciones es que existe la percepción de que “afectan” la gestión de todas las áreas. Esto no es errado – lo equívoco es verlo como una complicación de la gestión y no como un adicional que aporta valor agregado a la labor que se realiza. La sostenibilidad, por ejemplo, en las herramientas como RESIES y APL, impulsa la incorporación de esta perspectiva en la gobernanza institucional; en la gestión de campus; en el proceso formativo de estudiantes y docentes, así como en el relacionamiento institucional, tocando así las áreas académicas, administrativas, de apoyo al estudiante, económicas, etc.  En relación con género y diversidades, por otra parte, se ha documentado la resistencia a adoptar la perspectiva de género en las IES en las fases iniciales del proceso. Y esto no solo es una realidad en nuestro país. Un estudio realizado en México reflexionó sobre las dificultades para que directivos/as de diversas casas de estudio tenían para transversalizar, o en su caso, incorporar el enfoque de género en su institución. Señalaba que “si bien la política pública indica que debe incorporarse la perspectiva de género, algunos/as participantes informaron que en la práctica dentro de la institución existen resistencias por parte de autoridades, investigadores/as y docentes” (O’Reilly, 2019). Estas resistencias venían del desconocimiento y aprehensión a que “otras áreas” interfirieran en la gestión de otra.

Al ser misional, la vinculación con el medio no interrumpe– se asume que todas las áreas de la institución deben hacer su aporte al cumplimiento de la misión. La integración de las perspectivas de temáticas emergentes en las acciones de VcM facilita su transversalización sin generar resistencias, presentándose como una oportunidad poderosa de aprendizaje institucional.

  1. Contribución al proceso formativo y un paso inicial para pilotear la incorporación al diseño curricular:

Las iniciativas de VcM pueden ser, dependiendo de los modelos adoptados por las instituciones, lectivas o no lectivas, o una mezcla de ambas. Las temáticas emergentes tienen el reto de abrirse paso en el proceso formal de diseño curricular.  Este desafío fue descrito hace unos años a propósito de los primeros esfuerzos por incorporar la perspectiva de género en el currículum universitario. “(…) la perspectiva de género no lucha por abrirse un espacio en los planes y programas de estudio de la educación superior, sino por interpelarlos en su totalidad (…)  Por eso, la perspectiva de género busca, incesantemente, no ser adoptada en la educación formal como una mínima parte de la formación académica, sino estar presente durante todo el desarrollo de la misma” (Álvarez, 2011). Las iniciativas de VcM nuevamente abren un espacio de incorporación razonable para las IES, transformándose en espacios de pilotaje para ver cómo la adecuación de ciertos módulos intervenidos por metodologías que promueven la VcM, como aprendizaje y servicio, suman este foco en la formación de los estudiantes, dando espacio a la institución, a los docentes y sus estudiantes para evaluar la experiencia.

  1. Pertinencia territorial:

Uno de los atributos más importantes de la VcM es que afirma su quehacer en dos pilares: la pertinencia disciplinar y la pertinencia territorial.  Esta última es, a su vez, esencial en el desarrollo de las temáticas emergentes, pues toman relevancia y matices de acuerdo con las necesidades de las comunidades. Los temas migratorios, por ejemplo, tienen un impacto distinto en las zonas geográficas donde existen múltiples pasos fronterizos informales versus aquellas en las que, por la temporalidad de los trabajos, la fragilidad de los ingresos se ha transformado en un peso para los sistemas de apoyo.  La incorporación de estas perspectivas a VcM asegura estos análisis, permitiendo asociar de manera adecuada y empática estas temáticas con el desarrollo de las comunidades internas.

  1. Potencial de medición de resultado, contribución e impacto:

La incorporación de las temáticas emergentes refleja el compromiso institucional con el avance de las IES en los distintos aspectos que cada una involucra. Los sistemas internos de aseguramiento de la calidad impulsan, a su vez, a que se definan indicadores no solo de proceso sino de gestión, de forma de dar cuenta y evidenciar el desarrollo de los mismos en las casas de estudio.  Como parte del cumplimiento de los criterios y estándares para la acreditación institucional, las IES han establecido (o están en el proceso) de definir indicadores de resultado (gestión), contribución (aporte en el logro de cambios/beneficios) e impacto (cambios/beneficios de largo plazo) tanto a nivel interno y externo. Este ejercicio metodológico es validado por la institución.  Al incorporar estas temáticas en VcM, la curva de aprendizaje institucional se reduce y permite dar cuenta, con mayor agilidad, de las transformaciones que la incorporación de estas temáticas generan en las instituciones.

  1. Apoya la definición de la gobernanza:

Finalmente, y no menos relevante, el establecimiento de nuevas gobernanzas y procesos puede ser una carga importante para las instituciones que aún están asimilando los cambios de la ley y de los criterios de acreditación. El incorporarlas a la gestión de VcM reduce el peso en las IES y le permite usar las estructuras vigentes – salvo cuando la regulación lo exige de otro modo para funciones como las de investigación y sanción relativos a la ley 21.369 – para desplegar estas funciones.

La experiencia de estos últimos años ha dado a las IES luces de pasos significativos para crear experiencias que le permiten a las casas de estudio identificar sus fortalezas y oportunidades en el abordaje de estas temáticas en su comunidad. La versatilidad y riqueza metodológica de la vinculación con el medio representa una oportunidad para aquellas instituciones que buscan avanzar sin abrumar las gobernanzas internas. Y por sobre todas las cosas, les da tiempo para definir la impronta particular con la que querrán desplegar estas funciones en la medida que se van asentando.

[1] Sostenibilidad definida como la búsqueda del desarrollo económico y social sin comprometer a futuras generaciones y relacionado con los Objetivos de Desarrollo Social (ODS). Incluye al concepto sustentabilidad, que se enfoca en el uso adecuado de recursos naturales ayudando a su preservación, protección y conservación.