El futuro de las mujeres en el trabajo: Estimaciones al año 2030
septiembre 12, 2019

En tiempos de automatización, en el que la robótica, los administradores virtuales y la inteligencia artificial, cada vez son más relevantes en el ámbito de la empleabilidad, es muy oportuno poder estimar los riesgos que traerá para el mercado laboral este proceso de cambio, también llamado transición.

El proceso será intenso para hombres y mujeres; sin embargo, es viable pensar que para ellas podría ser más complejo por la conocida y desproporcionada doble carga de trabajo: uno asalariado y a su vez, otro no remunerado en el hogar.

Un informe del McKinsey Global Institute sobre el futuro laboral de las mujeres, sostiene que entre 40 y 160 millones de ellas en todo el mundo, tendrán que realizar esta transición laboral a nuevas ocupaciones. Para un cambio exitoso, señala además, deberán ser hábiles, móviles y expertas en tecnología.  

En 10 países encuestados según el informe, un promedio de 20% de las mujeres que trabajan, es decir, 107 millones, podría encontrar sus puestos de trabajo desplazados por la automatización, por lo que las iniciativas tendientes a estudiar este fenómeno, que hoy son escasas, se presentan como una necesidad prioritaria para los Estados.

En el terreno del cambio laboral, hoy se habla de los empleos perdidos, los empleos ganados y los empleos cambiados. Los primeros son los empleos desplazados por la automatización; los segundos son aquellos impulsados por el crecimiento económico y la innovación tecnológica y los últimos son los empleos cuyas actividades y habilidades son afectadas por una automatización parcial.

Las mujeres perderán ligeramente menos empleos que los hombres por la automatización, puesto que ellas participan en mayor medida de empleos con habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Para el año 2030, se estima que el 58% de las mujeres se desempeñará en los sectores de asistencia social, manufactura, comercio, servicios de alojamiento y alimentación.

Por otro lado, debido al aumento en los ingresos y el consumo, una gran parte de ellas laborará en servicios asociados con la salud considerando sociedades que envejecen rápidamente.

La automatización traerá nuevas oportunidades para las mujeres en rubros asociados con sus habilidades en la administración de personas, la aplicación de sus experiencias y la interacción entre partes.

¿Cómo enfrentar este cambio en el que ya somos actores principales como país emergente?

En primer término, deben concentrarse en las habilidades que realmente se demandan, es decir, explorar a través de la capacitación en nuevos conocimientos que requerirá el mercado; esto usualmente es más complicado para ellas debido a la doble carga de la que hablamos.

En segundo lugar, deben practicar la flexibilidad y movilidad para las transiciones que vendrán. En esto es muy importante que se apoyen en las nuevas tecnologías de capacitación y de gestión, como por ejemplo, el ya conocido teletrabajo.

Y finalmente, deben mejorar su acceso al conocimiento de nuevas tecnologías de automatización e incluso la creación de estas; en el mercado del comercio electrónico por ejemplo, son las mujeres las que tienen una mayor participación. El incentivo al estudio de las nuevas tecnologías debe ser el objetivo de las nuevas generaciones de mujeres.

El futuro laboral no debe ser enfrentado con miedo e incertidumbre, el fututo laboral es una oportunidad, una transición de una actividad a otra, en el que las nuevas tecnologías y la capacitación será esencial, en tiempos de automatización.