Desafíos para lograr una Educación No Presencial de Calidad
octubre 16, 2020

La pandemia del SARS-COV-2 (Covid-19) que se está viviendo en el mundo y en nuestro país ha implicado desafíos importantes para todas las instituciones de educación superior. Ellas han tenido que buscar formas de poder continuar su quehacer, y en especial la formación de los estudiantes. En este artículo se entregan, primeramente, algunos antecedentes sobre la realidad de la educación superior en nuestro país y la educación no presencial en particular y consideraciones generales sobre ese tipo de enseñanza y se expone lo que, a juicio del autor, son las condiciones que deberían cumplirse en las instituciones para asegurar su calidad.

Se señala primeramente algunos aspectos de la realidad de la educación superior en Chile y la educación No Presencial en particular. Actualmente existen 143 instituciones de educación superior (IES) entre universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica con una matrícula total de pregrado de 1.144.184 estudiantes. 26 instituciones tienen matrícula de pregrado no presencial con un total de 52.500 estudiantes, es decir, un 4,6% de ellos. Es importante señalar que el 88,34 % de los que estudian en programas no presenciales lo hacen en institutos profesionales. La edad promedio de los estudiantes es de 23,3 años en jornada presencial diurna y 35,2 años en modalidad a distancia. Las tasas de retención promedio de primer año son de 79,2 % en diurna y 57,1% a distancia. Se titulan anualmente unos 244.000 alumnos en programas diurnos y 10.000 a distancia.

A su vez se han producido cambios demográficos. Es así como hay una disminución de población entre 15 y 24 años y un aumento de ella en edades entre 24 y 30 años (INE). Aproximadamente el 20% de la población entre 24 y 64 años cursó estudios terciarios (no todos terminaron). Existe una tendencia al alza de matrícula en educación superior de personas de más de 25 años: 26,5% en 2011 a 32,2% año 2018 (SIES).

Algunas consideraciones previas son importantes mencionar: La calidad de la educación depende de las propias Instituciones de Educación Superior; lo que hemos estado haciendo la mayoría de ellas durante el período de confinamiento no es educación en línea (al menos no todo). Lo que hemos realizado es una Enseñanza Remota de Emergencia. Es importante señalar que en la educación no presencial no se cambian los resultados de aprendizaje, sino los métodos para conseguirlos, no significa docentes ni estudiantes disponibles las 24 horas y la educación online de calidad no es necesariamente de menor costo.

Dada la realidad actual y lo incierto sobre las condiciones futuras en que deberán funcionar las IES, es pertinente preguntarse ¿Qué se requiere para lograr una educación online de calidad?

En este tipo de enseñanza resulta estratégico la tríada Organización, Tecnología y Pedagogía (Albert Sangrá et. Al). Tecnología y Organización para definir las estrategias.

Cinco estrategias clave para la docencia en línea son:  Comunicación e Interacción (forma de comunicarse con los estudiantes, siempre de manera positiva), Planificación y Gestión (Planes de trabajo semanal con los estudiantes), Estrategias de Dinamización (buscar participación activa de los alumnos), Orientación y Motivación (docentes en el rol de mediador del proceso de aprendizaje) y Estrategia de Evaluación (debe ser orientada al aprendizaje que va más allá de la calificación, ligada a un examen. Debe ser continua y formativa; ofrecer retroalimentación).

Organización y Pedagogía para darle Sustentabilidad, y Pedagogía y Tecnología para lograr pertinencia y efectividad (eficacia y eficiencia) en el proceso formativo.

Se exponen siete condiciones que se deberían cumplir en una institución para lograr una educación online de calidad. Estas son:

  1. Debe formar parte de la Misión, Visión y Plan Estratégico Institucional y establecerse un Sistema de Gobierno y de Gestión adecuado a este tipo de educación;
  2. Debe formar parte del Proyecto Educativo y adoptar en la institución un modelo de educación online, explicitando, entre otros aspectos sus políticas y reglamentos;
  3. En el proceso de enseñanza – aprendizaje, adoptar un modelo curricular centrado en el estudiante, con adaptación de las metodologías de enseñanza – aprendizaje y con adecuadas actividades de vinculación con el medio. Se debe contar con un adecuado sistema Integral de apoyo a los estudiantes;
  4. Diseñar e implementar la matriz de calidad de la enseñanza online y su ciclo de calidad, estableciendo los indicadores institucionales claves de ella e incorporarlos en el Sistema Interno de Aseguramiento de Calidad Institucional;
  5. Planificar la docencia en función del triángulo estratégico compuesto por: Tecnología, Organización y Pedagogía;
  6. Hay que tener diseñado e implementado un campus online y contar con un equipo especializado en formación online. Establecer herramientas y recursos imprescindibles para la docencia no presencial;
  7. Cuerpo Docente con nuevas capacidades y actitudes. Deberían cumplir: el perfil profesional o técnico requerido, con capacidades tecno pedagógicas basado en TIC, es decir, habilidades pedagógicas y tecnológicas para usar y aplicar herramientas y recursos de aprendizaje para la docencia no presencial. Docentes con capacidad de curación de contenidos, es decir, con capacidad de buscar, filtrar, leer, organizar y personalizar el contenido que encuentra para apoyar el proceso de enseñanza – aprendizaje, para después ponerlo a disposición y compartirlo con los alumnos. Que su proceso de enseñanza – aprendizaje se centre en menos correcciones y más feedback (retroalimentación) a los estudiantes. Se requiere un cuerpo docente dispuesto a trabajar en redes de docentes y establecer diferenciación de roles en el proceso enseñanza – aprendizaje. Ejemplo: Docente Asignatura, Profesor – Colaborador y Tutor.

Así se podrá seguir avanzando en lograr las tres “A” que la sociedad le está exigiendo cada vez más, a las Instituciones de Educación Superior (IES): Estas son: Accountability (rendición de cuentas), Assessment (evaluación) y Accreditation (acreditación).