Desafíos en la Formación Técnico-Profesional (FTP) para el presidente electo
enero 18, 2022

Mauricio Berríos, sociólogo, magíster en gobierno y políticas públicas.-La educación se configura como una de las principales fuentes de desigualdad en nuestro país. El programa de gobierno del presidente electo propone reconstruir la educación superior pública, gratuita, de calidad y vinculada con las necesidades del país. A su vez, propone una “educación superior inclusiva y de futuro” con seis ejes de políticas, donde uno de ellos es la “educación técnico-profesional para un desarrollo humano sostenible”.

La “superación de las lógicas de mercado instauradas y profundizadas en las últimas décadas” es la viga maestra del programa de gobierno elaborado por Apruebo Dignidad. En la disyuntiva de Estado versus mercado o Estado y mercado, subyace una disputa que es ideológica y estratégica. En la Formación Técnico Profesional (FTP) el Estado y el sector privado tienen que trabajar juntos, para ello debe estar claro hacia dónde queremos ir como país y qué rol esperamos que cumplan los técnicos para el desarrollo del país.

El programa del gobierno electo define, entre otras propuestas, que las especialidades técnico-profesionales deben convertirse en el punto de inicio de las trayectorias formativo-laborales para la educación superior y los desafíos del territorio; que impulsará medidas para romper con los estereotipos de género en la educación técnico-profesional; y anuncia un plan de fortalecimiento de las/los técnicos de párvulos que consiste en afianzar su formación inicial, garantizar horas no lectivas para participar en procesos de planificación y reflexión pedagógica, y equiparar condiciones laborales y de sueldos en la red pública.

La educación técnico-profesional es una de las principales herramientas para la movilidad social, considerando que sus estudiantes provienen de los quintiles más vulnerables, en general, son primera generación en acceder a la educación superior, y la mayoría estudia y trabaja en forma simultánea. El eje de la FTP para la educación superior, desarrollado en el programa del presidente electo, contempla cuatro ideas centrales: i) las trayectorias vitales de estudiantes y trabajadores para acompañar la reconstrucción del tejido social y productivo, mediante el fortalecimiento de la institucionalidad existente, profundizando sus estructuras democráticas por medio de la participación de estudiantes, docentes, trabajadores/as, instituciones de educación y empleadores, lo que implica un desafío para concertar voluntades y los puntos de vista de distintos actores; ii) desarrollar parques tecnológicos y crear clusters de innovación en las regiones, que respondan a necesidades locales; iii) transformar la educación media técnico-profesional, empezando por la modernización del currículum en consulta con las comunidades educativas y el mundo del trabajo, y la vinculación entre niveles formativos; y iv) compromete el fin al lucro en la educación superior técnico-profesional.

El fomento del diálogo, sobre todo con las comunidades y organizaciones, es una característica transversal del programa del gobierno electo. En efecto, puede percibirse un sentido estratégico a nivel ciudadano y social de la FTP, aunque todavía no está suficientemente explicitado especialmente en la dimensión productiva, congruente esto, no obstante, con el rol que asigna a las voces regionales en su construcción.

El programa en cuestión enfatiza que fortalecerá la asignación de recursos basales a instituciones públicas con foco en la descentralización, el sistema técnico-profesional, y las perspectivas de género. Además, compromete la revisión de la política de gratuidad en términos de regulación, cobertura y requisitos institucionales, lo que podría significar la introducción de un componente más estratégico, hasta ahora ausente, y acometer con mayor determinación el carácter funcional que debe desplegar la FTP en reciprocidad con el modelo de desarrollo económico y social en áreas y territorios estratégicos.

El desarrollo de parques tecnológicos y la creación de clusters de innovación en las regiones apunta en esa dirección. Al respecto, hay que tener en consideración algunos factores del subsistema TP. De las 89 Instituciones de Educación Superior (IES) vigentes solo hay un IP acreditado en el área de Vinculación con el Medio y ningún CFT, y, simultáneamente, existe una alta concentración de la matrícula en los tres grandes centros urbanos y en pocas IES. El programa de Gabriel Boric tendrá también como desafío avanzar en la implementación de los tres ejes de la Estrategia Nacional de FTP actual, cuyos progresos aborda la columna escrita recientemente por la Jefa de la División de Educación Superior TP del MINEDUC para AEQUALIS; en profundizar el trabajo con el marco de cualificaciones TP; en el programa IP-CFT 2030 de CORFO-MINEDUC, que beneficia a 32 IES, y que espera incorporar herramientas de innovación y transferencia tecnológica para incrementar la vinculación y desarrollar capital humano. Cabe destacar que el aporte de los 12 CFT estatales que están funcionando, desde la provincia, contribuye a diversificar la matriz productiva regional, aporta a la articulación con la enseñanza media y sus directorios regionales son a la usanza de países líderes en la FTP.

La FTP es un vehículo para la formación ciudadana, el fomento productivo y desarrollo de los servicios, la competitividad global y el bienestar de las personas, favoreciendo la cohesión social. Tiene una rica tradición en el país y exponentes relevantes que dan cuenta de su evolución tanto en el subsistema universitario como en el subsistema técnico-profesional. El modo en que han concurrido las leyes de mercado y las políticas públicas han configurado para bien y para mal el escenario actual. En este contexto, un aspecto clave del Programa del presidente electo, desarrollado en un eje distinto al de la FTP, es la “reconceptualización de la calidad” en educación superior. Una oportunidad interesante para pensar la lógica del sistema de aseguramiento de la calidad y verificar si, tal como está concebido, es funcional a las necesidades del país y a las oportunidades y desafíos globales.