Contribución AEQUALIS en sus 10 años de historia y desafíos futuros
enero 30, 2020

Al foro le ha tocado vivir tiempos interesantes y difíciles. Cuando daba sus primeros pasos aparecieron las movilizaciones estudiantiles de los años 2011 y 2012 y después preparamos propuestas para las diversas candidaturas presidenciales. Crecía el foro en integrantes, actividades y publicaciones. Más tarde llegamos a una época de incertidumbre, a la espera de la nueva Ley de Educación Superior que solamente vio la luz en el 2018 y que todavía se está complementando con sus respectivos instrumentos. En una comparación totalmente desorbitada, aunque interesante en el campo literario, se podría decir que esta época ha sido para la Educación Superior en Chile y, por consiguiente, para el Foro, como la era de Adriano que relata Marguerite Youcenar, en que los antiguos dioses ya habían callado su voz y el Dios del nuevo cristianismo monoteista todavía no hablaba.

Si partimos desde fines del siglo pasado para llegar a la situación actual y futura, vemos que la primera Conferencia Mundial de Educación Superior, convocada por UNESCO en París en el año 1998 permitió, entre muchos aspectos, comprobar que había coincidencia entre los Estados respecto a las ideas y temas principales. Desde entonces, algo similar se verifica en organizaciones internacionales tales como la OCDE y Unesco, en organizaciones regionales como el Consejo de Europa, en iniciativas como Bolonia, en los foros con las voces de las Instituciones de Educación Superior (IES), en las redes de distinto tipo, especialmente las redes de agencias de Aseguramiento de la Calidad tales como INQAAHEE y RIACES.

¿Y qué es lo que se lee y oye respecto al momento actual y hacia el futuro? Una revisión   rápida nos lleva a temas como los siguientes: Ética, Transformación, los cuatro pilares del Desarrollo Humano (Salud, Educación, Trabajo y Vivienda), Trabajo de las IES relacionado con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, una Globalización de nuevo cuño, Inteligencia Artificial y sus impactos, Innovación, Internacionalización, Atención cada vez mejor a la diversidad de estudiantes, Atención estratégica a la salud mental y al bienestar de las personas como parte fundamental de la calidad de vida en la Educación Superior, Trabajo colaborativo.

Se enfatiza la necesidad de: instituciones sólidas con capacidad reflexiva en todos sus niveles, equipos de trabajo bien dimensionados en calidad y cantidad, aprendizaje organizacional para el mejoramiento continuo y aprendizaje intergeneracional para una buena convivencia de las distintas generaciones y la conservación y fortalecimiento de la memoria institucional; una docencia al servicio del aprendizaje, y la evaluación y retroalimentación como parte inherente y no solamente compañera de ruta.

Los enfoques intrerdisciplinarios y transdisciplinarios destacan el valor de la Filosofía, las Humanidades, las Ciencias Sociales, el Arte y las Comunicaciones y ellas son más apreciadas en la Educación Superior (y en la educación de los humanos en general, habría que agregar, ahora que los robots trabajan con nosotros, responden a pruebas tipo Pisa y en algunas nos superan, y … mejor no sigo con estos relatos). Y debieran ir disminuyendo reclamos como el que hacía un académico de Filosofía de una prestigiosa universidad de Colombia que en un artículo decía que “universidades como la mía sienten que nos tienen que mantener y soportar por pura misericordia hermenéutica”.

¿Y la Innovación? Es una obligación para todos los niveles de la Educación Superior. Aquí recurriré a Menotti, gran filósofo del fútbol argentino. Cuando le preguntaron acerca de qué pensaba de que el antiguo juego de área chica estuviera resucitando, él respondió: “¿Qué es lo antiguo y qué es lo nuevo? No todo lo antiguo, por conocido es malo, ni todo lo nuevo por desconocido es bueno. Hay que saber discernir”. Y esto sirve especialmente en lo que está sucediendo, por ejemplo, con la formación virtual en que algunos creen que por usar tecnología para hacer más de lo mismo están haciendo una gran innovación.  Hay programas en que se visibilizan mucho el sonido y la furia y la espectacularidad de los medios, pero aparece muy poco o nada de los significados.

La Crisis

Pero no puedo seguir con estos temas como si no hubiera pasado nada en el país y tuviéramos a la vista un año 2020 sin mayores novedades. Las protestas, estallidos, o como queramos llamar a lo que ha sucedido y está sucediendo en diversas partes del mundo, están mostrando que duran más que lo que algunos esperan o predicen. ¿Y qué se hará si “el estilo de vida” de estos meses se vuelve rutina y la situación se prolonga en una u otra forma? Este estilo de vida implica no poder cumplir las planificaciones, refugiarse temprano en las casas, no contar con un transporte oportuno, estar alerta cada día a improvisar. La neurociencia nos dice que el cerebro humano aborrece la falta de certezas en la vida cotidiana y llevamos meses en esta falta de certezas, lo que puede convertirnos en una población estresada, crispada, con bajos niveles de tolerancia.

Soluciones on line podrían estar lejos de ser una solución real. He trabajado más de 40 años (¡qué confesiones!) en educación a distancia, amándola y sufriéndola en su grandeza y miseria. Su mayor grandeza en lo político es su capacidad de democratizar la educación, permitiéndoles educarse a las personas que por restricciones de tiempo o lejanía geográfica u otras causas no podían tener acceso a la educación. Por ejemplo, la Universidad Abierta del Reino Unido descubrió que junto a los trabajadores que eran su población enfocada, tuvieron desde el comienzo dos grupos numerosos y buenos para estudiar que eran las dueñas de casa (y personas con limitaciones para salir de sus casas) y las personas privadas de libertad. Esto, que políticamente ha sido un gran logro, tiene su contraparte en las objeciones que se le hicieron desde el inicio a los programas a distancia y especialmente a las IES a distancia en el sentido de que “el establishment” había encontrado la manera de mantener a los jóvenes lejos de las oportunidades de estar juntos, asociarse, convocarse, marchar y protestar en las calles. Y en ambientes políticos crispados, esta objeción tiende a agudizarse.

Parece razonable pensar que cualquier esfuerzo que se haga por darle continuidad operacional a los estudios sin consulta a los distintos estamentos será visto por muchos como una oposición a la causa y entonces se requerirá una definición política. Y esto no será problemático solamente con los estudiantes, sino que también con grupos de docentes y de funcionarios. Y una injusticia muy grande para la formación virtual, que no merece ser tratada como una solución para “salir del paso”.

Desafíos

Hay un desafío inmediato. Si la apuesta es que la crisis pasó, está bien mirar al futuro desde el escenario habitual. Pero si la lectura es otra, se necesita una visión que sea compatible con un periodo especial. La gran mayoría no está preparada para lo que pueda venir en marzo y quizás los que estén preparados están pensando en gestión, sin considerar que habría que tener una visión más universal de lo que es la misión de las IES en la sociedad más que a la misión de una determinada IES. Se trata de un pensamiento más profundo. Si lo tomamos así, habría que hacerse cargo de ello. Una revisión de próximos encuentros de Educación Superior en Europa muestra preocupación por estos temas mayores. Un ejemplo puede ser un seminario sobre “Paz y justicia: una búsqueda común para universidades, gobiernos y sociedad civil”, 20-21 Feb. 2020, Bilbao, España, Times Higher Education (THE) University Impact Forum en alianza con la Universidad de Deusto.

Esta crisis presenta varias oportunidades, de las cuales destacaré dos: la oportunidad de que las instituciones de Educación Superior consideren una nueva forma de relación dentro de la comunidad institucional  y la oportunidad de pensar en conjunto en una Educación a lo Largo de la Vida y Abierta.

La oportunidad de que las instituciones de Educación Superior comiencen a  instalar una nueva forma de relación dentro de la comunidad institucional significa una relación interestamental diferente, que pueda permear los distintos espacios de la institución, posibilitando una mejor comprensión entre las generaciones y un mayor respeto mutuo.  Sabemos que decisiones tomadas e impuestas autoritariamente no son la solución, por sensatas que fueren. La participación y el trabajo colaborativo no pueden ser, en este caso, algo que se da solamente en el aula. Hay que ponerse creativos pensando en alternativas que habría que conversar y concordar en la comunidad institucional. Las instituciones de Educación Superior podrían ser una punta de lanza para también otras instituciones del país pudieren ser más modernas, más participativas, con más respeto entre las personas. Co-producir, co-construir son grandes conceptos y acciones que sí podrían conducir a auténticas alternativas de solución.

Un ejemplo de co-construcción es el Informe del Reino Unido denominado “El logro de aprendizajes de los estudiantes negros y asiáticos y de otras minorías étnicas en las universidades del Reino Unido: Cerrando la brecha” (mayo 2019). Los autores son la Baronesa Valerie Amos, Directora de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, y Amatey Doku, vice-presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (NUS, UK). Este vice-presidente había dicho en el 2017 que la brecha de logro de aprendizajes que había en los estudiantes negros y orientales “era simplemente inaceptable y profundamente injusta…”. Para su sorpresa, los estudiantes vieron más tarde que se les pidió a “Universidades del Reino Unido (UUK)” y a la “Unión Nacional de Estudiantes” (NUS) que prepararan el proyecto que se presenta en el Informe. En este caso hay una diferencia mayor con nuestros proyectos para cerrar brechas: el proyecto para atender al problema fue elaborado por las Universidades y por la Unión de Estudiantes, quiénes compartieron la responsabilidad del diagnóstico, produjeron los cursos de acción y se comprometieron en el cumplimiento del proyecto, su monitoreo y evaluación.

Frente a un escenario incierto para el año 2020 se puede pensar, como algunos ya lo están haciendo, en aulas virtuales u otras estrategias de corte técnico para “no perder clases”, pero conviene pensar también en que el diagnóstico y la solución pueden no ser compartidos en la comunidad institucional.  Y tal vez no se debiera pensar en una sola solución, sino que en más de una alternativa, dada la diversidad de posiciones que podría haber entre los estudiantes y entre los docentes. La diversidad de los estudiantes y sus necesidades van desde los trabajadores que son estudiantes y que tienen una serie de restricciones que los obligan a terminar sus carreras en el menor tiempo posible hasta estudiantes que pueden y están dispuestos a entregar tiempo de sus años juveniles, y hasta riesgo de su integridad física, a una causa país que la ven como grande y que merece el sacrificio. ¿Imponer un sistema de continuación de clases presenciales o virtuales para que “nadie pierda el tiempo” y todos puedan cumplir su programa de curso?  ¿Se va a expulsar a alguien por querer invertir su tiempo en las protestas? ¿Se les va a impedir demostrar de otra forma que pueden avanzar en sus estudios, aunque sea a un ritmo diferente?

Flexibilidad

Ejemplos de flexibilidad en docencia:

  • En el contexto del cierre del segundo semestre 2019 hemos visto creatividad en algunas partes en la capacidad de ofrecer alternativas para el cierre del semestre.
  • En lo curricular, quizás es el momento de flexibilizar el currículo y si comenzara un proceso constituyente, una nueva Constitución podría ser el centro de muchos temas de los programas.

Dos ejemplos de flexibilidad en investigación:

  •  Los coloquios nómades son organizados por los departamentos e institutos de Filosofía de siete universidades chilenas, El II coloquio internacional estaba fijado para el 8 de noviembre 2019, y el sábado 02 de noviembre el comité organizador se reunió para avisarles a los tres invitados internacionales a presentar ponencias que no vinieran, debido al estallido social. Cuando estaban redactando el mensaje, se dieron cuenta de que había una contradicción, porque ellos cultivan la Filosofía Política y la Teoría Crítica y les iban a decir a sus pares que no vinieran al laboratorio en que se había convertido Chile en esos días. Reaccionaron y les pidieron, en cambio, que prepararan en unos pocos días nuevas ponencias sobre disturbios, economía, desigualdad y violencia. Los invitados aceptaron de buen grado e incluso comentaron que si se hubiera postergado el coloquio, ellos habrían viajado a Chile de todas maneras.
  • Estudiantes de la carrera de Sociología de la Universidad de Chile hicieron una investigación en la Zona Cero con el objetivo de producir evidencia empírica sobre la contingencia luego de octubre 2019. Se desarrolló una encuesta representativa de los manifestantes, con la finalidad de levantar información que caracterice sus demandas y percepciones.

A la gran oportunidad de iniciar una nueva forma de relaciones dentro de las instituciones, se le podría agregar la oportunidad de pensar en conjunto en una Educación a lo Largo de la Vida y Abierta. La Educación a lo Largo de la Vida plantea una forma distinta de diseño para articular y deseablemente integrar diversas formas y la Educación Abierta podría ser el gran marco conceptual para la introducción de la integración de la virtualidad que se está haciendo en muchas instituciones. Chile está atrasado en esta materia y los esfuerzos son desiguales. Una Educación Abierta como la que promueve la Universidad Abierta del Reino Unido, por ejemplo, está abierta a las ideas, a las personas, a los métodos, y a los tiempos y espacios. Una educación a distancia o virtual apunta, generalmente a reducir o hacer desaparecer las restricciones de tiempo y espacio que tienen las personas para aprender. Así, puede haber una educación a distancia no abierta, mientras que lo opuesto no puede darse.

Por último, hablaré un poco de desafíos para el foro como tal, para terminar con algunas consideraciones éticas y estéticas que creo apropiadas para un Foro como el nuestro.

Algunos desafíos:

  • Hay que procurar la diversidad. Nunca habrá demasiada diversidad en un foro.
  • Podemos pedir más estudios e iniciativas para mejorar la Educación Superior en el país. ¿Por qué cada institución tiene que hacer tanto esfuerzo individual si tenemos tantos problemas comunes?
  • Podríamos priorizar algo respecto a la formación de los profesores del sistema escolar. Si esta formación es responsabilidad de la Educación Superior, ¿no sería hora de ayudar a impulsar una transformación de la formación de profesores como un esfuerzo país?

Un sociólogo italiano decía que en el mundo falta ética y estética y que le parecía importante ampliar la noción de la estética a los actos humanos y a las relaciones interpersonales, porque incluso algunas personas que son éticas no cuidan la estética en estos aspectos. Considero que este querido foro es ético y estético y que para seguir siéndolo deberíamos intencionar más usos del estilo de los que tenemos ahora y que vienen del tiempo de los romanos. Los mencionaré en latín, para un final un poco más elegante:

  • Un diálogo civilizado, en que cada interlocutor se expresa en una forma que es “suaviter in modo, fortiter in re” (“Suave en el modo, pero fuerte en el contenido (o la sustancia)”.
  • Un trabajo en común guiado por un “modus colaborandi”.

Invito a los/as integrantes del Foro a hacer aportes que pudieren servir para orientar el ambiente del Foro.