Exitoso seminario AEQUALIS sobre evaluación de los aprendizajes de estudiantes en educación superior
agosto 26, 2019

Sobre un centenar de personas, representantes más de 30 instituciones de Educación Superior (IES), asistieron al seminario “Evaluación de los aprendizajes de estudiantes en educación superior: Dónde estamos y hacia dónde vamos”, organizado por la Unidad de Docencia de AEQUALIS. Tal como lo explicó José Venegas, jefe de estudios de AEQUALIS e integrante de la citada Unidad, “este proyecto, realizado en colaboración con NILOA (National Institute for Learning Outcomes Assestments, EstadosUnidos) busca indagar y conocer las políticas y estrategias de evaluación de los aprendizajes que están llevando a cabo las instituciones de educación superior, IES, acreditadas en nuestro país”.

Al inaugurar el encuentro, Verónica Fernández, vice presidenta de AEQUALIS, explicó que los resultados de este estudio son muy relevantes, especialmente si se considera el cambio que están experimentando tanto los perfiles de los estudiantes como la educación. Con esta reflexión, dio paso a la primera panelista de la jornada, María José Lemaitre, past president de AEQUALIS y Directora Ejecutiva de CINDA.

Definir desafíos

Lemaitre inició su intervención mencionando dos características que definen a una IES: el compromiso con el conocimiento y el compromiso con los estudiantes, agregando que “una forma de concretar ambos se encuentra en la definición y evaluación de resultados de aprendizaje, de aquellos esperados (perfil de egreso) y de los efectivamente alcanzados. A pesar de los avances logrados en el tema, agregó, lo anterior nos lleva a reconocer los desafíos que implica definir perfiles de egreso, tales como el de la pertinencia, el de la diversidad y el de la formación a lo largo de la vida. Al referirse más concretamente a la evaluación de aprendizaje, Lemaitre citó el libro “Evaluación del logro de los perfiles de egreso: experiencias universitarias”, editado por CINDA–GOP en 2017, en el cual, a grandes rasgos, se explica que la calidad de un aprendizaje no se basa fundamentalmente en conocer más sobre un contenido, sino en la capacidad de usar holísticamente nuestros conocimientos y habilidades para solucionar tareas específicas.

También habló sobre los criterios que deben considerarse para la evaluación del logro de aprendizajes y citó algunas experiencias internacionales interesantes, específicamente las del TEC de Monterrey y el Proyecto AHELO de OCDE (ambos casos se exponen en el citado libro de CINDA-GOP). Entre sus conclusiones mencionó que, si bien existe consenso en que una evaluación sustantiva de resultados de aprendizaje tiene sentido solo si se enfoca desde la mejora continua, y que es necesario hacer los cambios para lograrlo, éstos no se hacen por diversos motivos: resistencia al cambio; estructuras que fragmentan la responsabilidad por la evaluación; autonomía académica que enfatiza el derecho a definir privadamente los mecanismos de evaluación; falta de formación personalizada en evaluación, y poca voluntad política para invertir en ello el tiempo y los recursos financieros necesarios.

Evaluación intermedia

Posteriormente, expuso Soledad Arellano, vicerrectora académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, UAI, quien partió su intervención refiriéndose a la importancia que tiene el reconocer que la evaluación debe contribuir al aprendizaje y que, por ello, el instrumento de evaluación tiene que estar alineado con los resultados de aprendizaje. Al respecto, sostuvo que “al diseñar instrumentos de evaluación es importante considerar la transparencia evaluativa. En otras palabras, reconocer que los estudiantes deben saber claramente qué y cómo se evaluará”. Arellano habló de un enfoque evaluativo que se concreta en tres áreas y que es el que se aplica en la UAI: un Centro de Aprendizaje, una instancia de desarrollo curricular y un mecanismo que monitoree la continuidad de trabajo estudiantil.

Señaló también que la evaluación debe cumplir con cuatro condiciones: reflejar lo que el estudiante sabe; contribuir a su aprendizaje; desarrollarse con transparencia en sus instrumentos y en la práctica concreta de la evaluación, y asociarse con la autoevaluación. Especial énfasis puso la expositora en la llamada Evaluación Intermedia, asociada al perfil de egreso que contribuye a realizar un buen ajuste curricular y sus respectivas modificaciones metodológicas.

Aprender a aprender

La tercera intervención estuvo a cargo de Carmen Gloria López, vicerrectora académica de DUOC, quien se refirió a la evaluación de los aprendizajes como fundamento del modelo educativo de DUOC. “Uno de los desafíos que se impuso la institución fue educar en forma integral, para lo cual se desarrolló un modelo educativo que da mucha importancia a la evaluación de aprendizaje. “Este modelo educativo aplica un currículum basado en competencias y considera la evaluación como un proceso sistemático de recogida de información que posibilita la emisión de un juicio frente al indicador de logro de aprendizaje y competencias declaradas en el perfil de egreso. Permite también retroalimentar y tomar decisiones en relación al proceso de enseñanza y aprendizaje”.

Más adelante describió lo que en DUOC entienden por Evaluación Formativa para el Aprendizaje, en un modelo que tiene como uno de sus principales componentes el Portafolio. En síntesis, este concepto se refiere a un registro que se constituye como un acompañamiento al estudiante y sus aprendizajes a lo largo de la carrera y que logra fortalecer su identidad; evidenciar el avance del perfil de egreso y generar en el estudiante una capacidad de reflexión y autogestión del aprendizaje. Al final del proceso hay una asignatura que le permite al estudiante evaluar son logró los objetivos de su carrera. El objetivo del modelo, sintetizó, es aprender a aprender.

Evaluación de ciclo

La siguiente expositora fue Tania Tagle, directora de la carrera de Pedagogía en Inglés de la Universidad Católica de Temuco quien habló acerca de la “evaluación de ciclo”, modelo que se aplica en su unidad y que es considerado como un proceso clave para la toma de decisiones. En este caso, la evaluación es descrita como un trabajo de equipo y como una comunidad de aprendizaje que se desarrolla en las etapas que se enumeran a continuación.

1- Selección de competencias bajo criterios de transversalidad, relevancia y complejidad.

2- Selección de cursos, estrategia e instrumentos.

3- Implementación de la evaluación.

4- Análisis de datos.

5- Retroalimentación.

6- Plan de mejora, que contempla innovaciones en estrategias didácticas y en recursos para el aprendizaje.

Sus conclusiones establecen que la evaluación se realiza por ciclos; ayuda a la retroalimentación y la mejora; la mejora principal es optimizar permanentemente el perfil de egreso, y que la evaluación de ciclo en un mecanismo institucional, pero que también se puede aplicar a carreras y facultades. Un estudiante, una persona.

“El estudiante promedio es un mito”.

Con esta afirmación inició su intervención el último expositor, Carlos Rilling, subdirector de Pregrado de la Universidad de Chile. Por lo mismo, afirmó que la premisa fundamental es la necesidad de conocer a los estudiantes, un trabajo que habitualmente se hace de forma débil y que tradicionalmente no se considera en el diseño curricular. “El diseño de los cursos de primer año no necesariamente considera el curriculum de origen de los alumnos y, por ello, se forman brechas que son difíciles de cerrar para estudiantes de grupos prioritarios. “No basta caracterizar una carrera, sino que se debe hacer también con cada aula, cada curso, cada sección”, enfatizó. Teniendo la “equidad” como constante y moderadora, planteó como desafío responder a la siguiente pregunta: ¿se debe evaluar al estudiante promedio o a cada estudiante en su propia individualidad? Entre los datos que entregó, Rilling destaca que 27% de quienes ingresan a la universidad no sabe lo que hace un egresado de su carrera. Por lo mismo, afirmó que, “entre los desafíos para el futuro, está el diseñar aprendizajes metodológicamente sostenibles y que no agoten a los académicos y profesionales de las IES. Otro desafío es diseñar experiencias de evaluación de aprendizajes que consideren la diversidad de los estudiantes que estamos recibiendo, Finalmente, Iván Navarro, presiente de AEQUALIS, dirigió un panel en el cual Tania Tagle, Carlos Rilling, Carmen Gloria López y Soledad Arellano respondieron las inquietudes de los participantes.